lunes, 22 de agosto de 2011

Con un buen sabor de boca.

¿Cuántas veces una semilla de limón colada por ahí nos ha arruinado nuestra limonada? ¿Cuántas veces nos han advertido a cerca de los peligros del exceso de azúcar y la diabetes? ¿Cuántas veces hemos perdido la paciencia estando a dieta y extrañando los sabores dulces de verdad y odiando el de los edulcorantes que saben a vil plástico?

No, no teman que no estoy tratando de venderles nada, he venido a presentarles una fruta con una característica muy peculiar: convierte los sabores ácidos en dulces, casi como si fuera un milagro; por eso mismo es que esta planta endémica de la región de Ghana en África es comúnmente llamada "La Fruta Milagrosa", su nombre científico es Synsepalum dulcificum.


¿Cómo es que funciona?
Synsepalum dulcificum contiene una glicoproteína ocurrentemente bautizada como miraculina, la cual se esparce por las papilas gustativas bloqueando sus receptores de sabores ácidos (papilas calciformes, generalmente encontradas en la punta de la lengua) por lo que las biomoléculas de nuestra comida se adhieren a otras papilas llamadas fungiformes, encargadas de la percepción del sabor dulce, engañando así a nuestro cerebro para pensar que hemos probado algo dentro de dicha clasificación del sabor.

Impacto en la cultura general.
Si bien, los efectos de esta baya son conocidos desde los años 70, en los últimos años ha ganado bastante popularidad, tal y como se muestra en el video de un artículo del New York Times del 2008 que les mostraré a continuación:


En este video se puede apreciar a un selecto conjunto de gente que es invitada a una reunión en la cual a cada invitado se le vende un poco de fruta milagrosa, para después poder probar distintos alimentos y así sentir formar parte de esta experiencia sensorial.

Experiencia personal.
Mi experiencia con esta baya fue bastante satisfactoria, hasta se podría decir que me sorprendió: Mi hermana encontró información sobre ella en internet durante una investigación y le llamó tanto la atención que, después de consultar a nuestro médico de cabecera (a.k.a mamá), ordenó tabletas con extracto de Synsepalum. Después de probar una y esperar a que se disolviera por completo en mi lengua, mordí un limón. En vez de sentir el sabor cítrico característico, me supo a una limonada perfectamente balanceada, no estaba extremadamente dulce, pero ni siquiera sabía ácida, sin embargo si sabía a limón.
Después de esto probé otros alimentos como chile, cebolla, agua de flor de Jamaica y pan, produciendo exactamente el mismo efecto, una alteración completa de la percepción de su sabor, intensificando lo dulce y eliminando lo agrio o picante. Aunque he de confesarles que definitivamente no les recomiendo el chile, pues pasando el efecto (60 minutos después) comienza a picar.

Efectos Secundarios
¿Se asustaron, verdad? Pues pueden dormir tranquilos, pues Synsepalum no tiene ningún efecto secundario conocido hasta hoy, tanto así que científicos de distintas universidades al rededor del mundo como la universidad de Tsukuba en Japón están tratando de introducir el gen productor de miraculina en plantas como tomates para así poder incrementar su sabor y gusto comercial. Otros estudios también tratan de extraer dicha proteína para volverla un edulcorante con mejor sabor que los comunes.

Así que ya saben, solamente es cuestión de tiempo para tener alimentos más dulces sin temor a las consecuencias. Aunque, si insertan genes de Synsepalum a otras plantas ¿eso no alteraría la percepción del sabor de toda la comida? en lo personal, pienso que este mismo es el problema por el cual los científicos no han podido concretar sus investigaciones.


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