jueves, 25 de agosto de 2011

Oye ¡Te hacen falta vitaminas!


Las vitaminas nos persiguen; parece como si tuviesen vida propia y su propósito fuera el de venderse a sí mismas, de avisarnos que es necesario que las ingiramos, como si nuestra vida dependiera de ello, ¿Que por qué digo esto? Porque invariablemente cuando leemos la envoltura de algún producto comestible, por lo general comida chatarra, encontramos algún anuncio coqueto que dice “¡Ahora adicionado con vitaminas!” y pues, ¿Como para qué? ¿Por qué profanar mis alimentos basura con aditivos nutritivos? "Hold that thought", lo retomaremos al rato.

La verdad es que esto es muy importante para mantenernos saludables.

Las vitaminas son compuestos imprescindibles para nuestro organismo en su mayor parte imposibles de sintetizar por el hombre, y que promueven el buen funcionamiento de nuestro tan querido santuario al que llamamos “cuerpo”, ya sea mejorando nuestro procesos fisiológicos como la coagulación de la sangre (vitamina k), mejorando nuestra vista nocturna (vitamina A), protegiéndonos de enfermedades respiratorias (vitamina C) y hasta a tener una piel envidiablemente joven y bella (vitamina E).

¿Hasta parece magia, no? Pues es algo muy parecido: es bioquímica.

Dada la naturaleza heterogénea de las vitaminas (pues cada una es un compuesto completamente distinto del otro) la manera convencional y más fácil para su clasificación es la de hacerlo por su capacidad de disolverse en agua o grasas; vitaminas hidrosolubles y liposolubles, respectivamente.

Para no entrar en detalles más específicos, les proporciono un link en el que podrán encontrar con pelos y señas dónde encontrar a las vitaminas, para qué son necesarias y qué sucede si nos excedemos en ellas: http://www.vitaminasbasicas.com/

En esto último se encuentra un factor de suma importancia: La avitaminosis, lo cual significa una deficiencia en nuestro nivel vitamínico, mismo que causa un conjunto de patologías diversas que pueden ser muy incómodas como la ceguera nocturna o hasta mortales como un desangramiento.

Una de las patologías por avitaminosis más conocidas es el escorbuto, el cual es la falta de vitamina C y se caracteriza por la hinchazón de las encías y diversas hemorragias al rededor del cuerpo; a tiempo puede ser fácilmente curado con vitamina C, pero si no, puede llegar a matar a las personas desangrándolas.

¿Y verdad que no quieren eso, chicos y chicas? Pues no, imagínense el dolor que podría ocasionar, y solamente es uno de los distintos tipos de avitaminosis existentes. Aquí es donde nuestros grandes amigos, los ingenieros en alimentos, entran en acción adicionando a la comida que por lo general consumimos, las vitaminas necesarias para no sufrir avitaminosis, pues si es bien conocido que no todos comen sus 5 verduras de distintos colores todos los días como dice el comercial, dichos aditivos hacen el trabajo que compensa nuestra mala educación alimenticia.

Así es como llegamos a mi Chocomilk que cura casi 10 enfermedades.

Lógicamente, lo recomendable es tener una dieta balanceada en los grupos alimenticios e incluir tanto vitaminas como minerales evitando la comida chatarra, pues mucha gente argumenta que los aditivos en productos comestibles no son del todo recomendables; pero esa es otra historia...

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